Por Carlos Tórtora.-

Los problemas que enfrentan para el ballotage Javier Milei y Sergio Massa son complejos y plantean una alta cuota de incertidumbre. El líder libertario, por ejemplo, estaría enfrentándose a la escasez de financiamiento. En La Libertad Avanza tenían previsto estar en posición ganadora para la segunda vuelta, lo que incentivaría los aportes empresarios, que en cambio tienden a contraerse en la actual situación. El contraste es evidente con Sergio Massa, que dispone de la caja del Estado Nacional. Esta diferencia económica, si se profundiza en los próximos días, puede ser decisiva, porque la desigualdad de recursos, en una campaña tan corta hasta el 19 N, tendría efectos importantes. La crisis de caja podría paliarla Milei si, por ejemplo, Macri le aportara empresarios.

Massa, por su parte, tiene que resolver un problema central: cómo hacer para que la masa de los 23 puntos obtenidos por Patricia Bullrich no se traslade a Milei y lo coloque en el 50% de los votos. En esto, como en otros temas, el tigrense iría punto por punto. Para empezar, están los votos radicales de JxC, que en esta primera vuelta habrían ido en parte a Bullrich y en parte a Massa. Estos últimos desde ya que no se volcarían a Milei pero la dificultad es establecer cuántos son. En cuanto a los votantes del PRO, algunos consultores del peronismo sostienen que una parte de los mismos se inclinaría por Massa, ya que les asustarían las propuestas ultraliberales. Queda para analizar el grueso de los votantes del PRO, o sea, el premio mayor. La aparición de la liga de gobernadores de JxC le viene como anillo al dedo al massismo. Los mandatarios provinciales plantearían que a ellos no les conviene enemistarse con el ministro de economía que puede ser presidente. O sea que estarían más cerca de la posición de la Coalición Cívica de dejar en libertad de acción a sus seguidores. Esta postura vendría a frustrar la operación de Mauricio Macri para volcar el voto amarillo hacia Milei. Aquel salió ganando con las caída de Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta y apuntaría a un segundo turno de su liderazgo partidario. Pero le faltaría consenso interno y, si JxC consigue subsistir, su alianza con La Libertad Avanza estaría complicada.

Pero más allá de lo que digan los dirigentes -y este es un punto fuerte de Milei- lo decisivo es la tendencia que surja del electorado. Milei necesita ahora dar un mensaje más moderado y republicano para una enorme franja de votantes que coincide en lo básico con los libertarios pero le teme a los desbordes de un liderazgo fuerte. En síntesis, la única chance real de ganar que tiene el libertario es captar a esa masa de votos amarillos. Claro está que anunciar que, por ejemplo, Macri y Bullrich apoyarán su gobierno, no incluiría a Rodríguez Larreta, ya que el PRO quedaría partido. La clave está en el discurso, para lo cual Milei tendría que hacer un esfuerzo y evitar los planteos extremos.

10 puntos claves

Por su parte, Massa tiene para conquistar 10 puntos entre los votantes de Juan Schiaretti y Miriam Bergman. El gobernador cordobés habla con Milei y Florencio Randazzo sería para éste ministeriable, lo que significa que los votos del schiaretismo podrían dividirse.

En cuanto a la izquierda, Bregman ya anticipó indirectamente su apoyo a Massa, que seguramente tendrá como telón de fondo alguna negociación política.

En síntesis, las cuentas en principio hablan de un ballotage muy parejo y con final abierto.

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