Por Carlos Tórtora.-

La nueva escalada del dólar y la sacudida que experimentan los mercados ponen a Sergio Massa en una situación límite. Se trata de cómo ir a una elección presidencial con la economía incendiada. El tigrense y su equipo aprovecharon las declaraciones de Javier Milei equiparando el peso a un excremento para culparlo de propiciar una corrida cambiaría y bancaria. Pero el líder libertario sólo puso el acento sobre una crisis ya fuera de control. En el cálculo político, están los que consideran que está situación puede representar un golpe irreversible para Unión por la Patria, esto sería quedar por debajo de JxC y por lo tanto fuera del ballotage. En este orden de cosas, también hay un sector minoritario de los consultores que cree que Milei puede ahora pasar los 40 puntos y sacarle 10 de ventaja a Massa, consagrándose así presidente.

Un tercer grupo de opinólogos, el mayoritario, apuesta a que la corrida no afectará sustancialmente las posiciones y que ambos llegarán al ballotage.

Para la etapa que va del 23-O al 19 de noviembre, hay quienes auguran un dólar a 1400.

Bullrich sigue perdiendo

En este juego de apuestas cada vez más fuertes, nuevamente la que saldría perdiendo sería Patricia Bullrich. Si Milei gana en primera vuelta, quedaría eliminada y, si la situación continúa como hasta ahora, también quedaría afuera. La posibilidad de que Massa pierda votos que vayan a JxC es ínfima.

En el hipotético caso de que Milei fuera presidente el 22, ya se especula con un adelantamiento de la entrega del mando ante la inviabilidad de que Massa pueda controlar la situación. Aunque, como es obvio, a Milei le conviene que aquél siga haciendo el trabajo sucio.

Así se den los hechos de una forma u otra, ambas figuras parecen destinadas a pactar nuevamente para posibilitar una transición que no se le dispare a la gobernabilidad.

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