Por Guillermo Cherashny.-

Al asumir este nuevo gobierno, señalamos que el nuevo y correcto alineamiento exterior de Milei con Estados Unidos y especialmente Israel era un gran desafío, porque la república islámica podía golpear en cualquier momento en nuestro país. En efecto, las relaciones de Irán con el gobierno de Bolivia son muy estrechas, al igual que en Ciudad del Este, pero desde el altiplano está hoy la mayor amenaza, por la frontera porosa del norte, que cruzan para hacer compras y no parece que la gendarmería haya mejorado ese sector y la ministra parece más preocupada en que los piqueteros marchen por las veredas que en una amenaza terrorista, aunque, si lo estuviera haciendo no lo publicaría en los diarios, por lo cual le damos la derecha por si eso es así.

En cuanto a la Agencia Federal de Inteligencia, no sabemos si tomó previsiones por el ajusticiamiento del general Mousavi, de la guardia revolucionaria iraní, en las afueras de Damasco, presumiblemente por un comando de la Mossad. En 2008, en una operación conjunta de la Mossad y la CIA, ajusticiaron a Imad Munighieh, el jefe militar del Hezbollah y el autor intelectual de los atentados contra la embajada y la Amia. Israel bombardea muy seguido los aeropuertos sirios, especialmente sobre cargamentos de armas, que provienen de la Teherán con destino al Hezbollah y tiene grupos operativos en Damasco pese a ese régimen dictatorial, que es muy temible pero a la vez muy poroso para la inteligencia israelí desde hace tiempo.

Hace dos días, cuando un comando de la Mossad ajustició al General Mousavi, el principal asesor del régimen sirio y del Hezbollah y antigua mano derecha del General Quassem Soleimani, el jefe de la guardia Quds, también ajusticiado por una orden ejecutiva del presidente Trump, el mundo está esperando la represalia, que podría ser un atentado en nuestro país.

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