Por Ovidio Winter.-

Durante el acto de inauguración de obras públicas en San Martín, “algo para entretener a la gilada, y a los asistentes que “voluntariamente le dieron marco”, previo a las elecciones y ya en tren de campaña”, el superministro de economía de la Nación por el oficialismo, parado en el escenario, decidió contarnos, con solemnidad, una intimidad, a los argentinos de bien (como él).

Dijo entonces que un funcionario del FMI le había dicho que, políticos opositores a su gobierno llamaron al Fondo para pedir que no acuerde con la Argentina. No les den nada, pídanle todo, exíjanles al máximo, “esto tiene que estallar”.

¿Será cierto? No hubo testigos.

Contó también que, casi con lágrimas en los ojos, el funcionario le puso la mano en el hombro y bajando la cabeza (en son de consuelo) pronunció estas palabras “¡qué poco patriotas son los dirigentes opositores de su país!”

¿Será cierto? ¿Por qué ponerlo en duda? Es el candidato a Presidente de los argentinos por el oficialismo, el que “puso el cuerpo desinteresadamente”.

Aunque, como nos decía la abuela (cuando descreía de nuestras mentiras y nos advertía), en boca del mentiroso… lo cierto se hace dudoso.

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