Por Oscar Edgardo García.-
La ideología es un elemento que acciona y participa activa y continuamente en la vida social y determina la forma en que funcionan las relaciones de convivencia entre sus coexistentes, incluyendo sistemas de valores personales, ideas, creencias y modos de pensamiento que se transmiten, se mantienen y se cambian por intermedio de ella.
Las diferencias ideológicas en el terreno de la política instaló en nuestro país un manifiesto y profundo sentimiento de antipatía, disgusto, aversión, enemistad y repulsión en la sociedad.
Este fenómeno de valor negativo se resume en una sola palabra: odio.
La sociedad argentina ha asumido vivir en un ambiente de odio, con un grado de naturalidad tal que ya lo ha incorporado sin trauma alguno a su vida diaria, como si fuera un deporte o un ejercicio.
Esta es una curiosa situación de muy difícil comprensión y explicación racional.
La historia nos enseña que varios países en el mundo han vivido una cruda guerra civil y también soportado prolongados gobiernos dictatoriales y, sin embargo, sus pueblos han sabido superar esas crueles circunstancias de sus vidas para entender que convivir en paz y armonía es el camino conducente para gozar de una calidad de vida digna, sin resignar la memoria y respetando las ideas que a cada ciudadano le tocó vivir históricamente.
O sea que han hecho todo lo contrario a lo que sucede en la Argentina.
El país se encuentra sumergido en una profunda grieta producto de sus ideologías y no se avizora que se logre producir un cambio en un futuro cercano que elimine el odio de los unos a los otros que invade la rutina diaria de su pueblo y que establezca un clima de sana convivencia que converja en un objetivo común que posibilite tener una nación mejor, con una calidad de vida pacífica y saludable, digna de seres humanos normales.
El tiempo dirá si se encuentra una solución a esta triste y negativa situación. La responsabilidad de producir el cambio está en la sociedad toda, sin distinciones de roles, ni de niveles sociales.
Si no se entiende así, lamentablemente el país continuará como está, sobreviviendo penosamente con irreconciliables ideologías e inmerso en la profundidad de sus propios odios y rencores.
23/06/2022 a las 6:32 PM
No parece que fuera una cuestion ideologica…., LA BRECHA ES DELIBERADA….
Es una clara política del PJ agrandar cada vez más las diferencias entre nosotros…y concentrar esas diferencias SOLO en dos grandes grupos…
Es natural porque de esa forma, con políticas y decisiones alejadas de lo que pasa en el mundo, logra conservar la fidelidad de un electorado más propenso a la reacción emocional-en este caso el odio…-que el apoyo racional a la conveniencia POLITICA-ECONOMICA del país.
La otra mitad del país reacciona con indiferencia, ninguneo y desinterés, y tolera -otra cosa no puede hacer…- actos espantosos de incivilidad y desprecio-por nombrar uno de CFK, la NO entrega del baston de mando a Macri-, los acepta como algo actos naturales de la relación social.
Pero estas actitudes SON DELIBERADAS no son inocentes, y como ud. dice se torna difícil cerrar, o intentar comenzar a cerrar esta brecha.
Es una política PARTIDARIA la división de la sociedad en «ELLOS Y NOSOTROS», es algo que ya lo expresaron y desarrollaron en sus estudios, desde Lenin a Gramschi y Laclau…..
ES DE MANUAL, PERO YA HUELE A NAFTALINA….
23/06/2022 a las 7:05 PM
Habrá un día que los argentinos decidan vivir. SU DIA! Será cuando entendamos el daño espantoso que le hicieron a la Argentina los gobiernos desde hace ya más de 70 años; que dicho sea de paso, y esto es lo más terrible, votados por los argentinos, salvo los que se metieron por la ventana de la historia y tampoco hicieron mucho, que digamos . No hemos sabido todavía hacerles conocer el castigo que merecen. Por eso, repito , un día será ESE DIA!.
23/06/2022 a las 7:50 PM
Muy loable su descripción dn. Oscar García, pero su deseo es utópico en la medida que siga pululando una mujer llena de odio y desprecio por los demás, propios y ajenos, o no lo ha percibido en todos sus actos siempre condimentados con epítetos descalificantes. Tal ejercicio del poder se remonta al general y a todos los secuaces que en su nombre y su «movimiento» siguieron derramando sobre el pueblo como, además, incentivar la intolerancia hacia los que osaron dirigir/gobernar no siendo de ese espacio político.
Empecemos por limpiar la maleza para que los frutos crezcan sanos…
24/06/2022 a las 12:36 AM
El abordaje correcto a este tema, a mi entender, pasa por aceptar la condición
humana y cómo imaginar un sistema que aun en sus manifestaciones más
execrables, consiga un resultado positivo para la sociedad.
Tal como Adams Smith, explicó el funcionamiento de los mercados y la manera
en que el espíritu de sobrevivencia, impulsado por la codicia, inmerso en un
sistema inteligente de competencia, terminaba siendo útil a la mayoría.
El divide y reinarás, viene del comienzo de la humanidad, en distintas formas,
siempre a lo largo de la historia tenemos ejemplos de su uso para generar poder.
Las sociedades modernas, han encontrado en la división de poderes, una manera
positiva aunque imperfecta, de controlar esta característica humana.
Claro que dicho sistema, necesariamente requiere una base sólida de educación,
para funcionar adecuadamente.
Sabiendo que ningún sistema es perfecto pero si perfectible, solo debemos poner
el acento en aumentar el nivel educativo, lo demás viene por añadidura.