Por Germán Gorraiz López.-
Las protestas contra la reforma legal de Netanyahu que anulaban la separación de poderes, habrían tenido como efecto colateral la aparición de fisuras en las áreas de Defensa e Inteligencia israelíes, debido a la negativa de un número importante de reservistas de incorporarse a puestos vitales para la Defensa israelí, muchos de ellos aglutinados en el bloque «Hermanos y Hermanas en Armas».
Aprovechando los presuntos agujeros de seguridad en la Defensa Israelí provocados por el cisma entre los reservistas y Netanyahu, el brazo armado del grupo islamista, Hamas, lanzó la mayor ofensiva militar desde el 2007 con la infiltración de decenas de sus miembros en localidades israelíes y el lanzamiento de miles de proyectiles contra amplias zonas, incluyendo Tel Aviv y Jerusalén, con el resultado provisional de cerca de 1500 víctimas israelíes.
Netanyahu ha aprovechado la ocasión para declarar el Estado de Guerra (defensa de la seguridad de Israel) y desencadenar una demoledora ofensiva en la Franja de Gaza que le otorgara un incremento de la popularidad perdida por su pretendida reforma legal y le permitiera obviar el proceso judicial en el que está acusado de soborno, fraude y abuso de confianza, pero su miopía política le impidió intuir que un nuevo castigo asimétrico en Gaza daría al traste con la entente entre EEUU, Israel, Emiratos Árabes y Arabia Saudí.
¿Se avecina el ocaso político de Netanyahu?
El diario Haaretz, en una editorial del 8 de octubre, acusó directamente a Netanyahu de ser «el responsable de esta guerra entre Israel y Gaza» y, asimismo, la opinión pública israelí estaría ya haciendo responsable a Netanyahu del estrepitoso fallo de seguridad israelí al menospreciar las informaciones egipcias. Así, según fuentes egipcias, 10 días antes avisaron presuntamente a Netanyahu de que Hamas preparaba una gran ofensiva que finalizó con cerca de 1500 víctimas israelíes y según una encuesta de The Jerusalem Post, el 80% de los encuestados afirman que «el Gobierno es el principal responsable de la infiltración de los milicianos palestinos» y un 56% opina que «Netanyahu debería dimitir al acabar la guerra actual», pero la segunda nakba palestina será inevitable si EEUU no interviene y obliga al Gobierno de Netanyahu a detener el castigo asimétrico sobre la población civil de la Franja de Gaza en forma de bombardeos continuos y del corte en el suministro de luz y agua a la población gazatí.
Dicho castigo asimétrico habría desencadenado una ola de apoyo mundial hacia la población de Gaza, lo que, aunado con la creciente desafección de la sociedad israelí hacia Netanyahu, podría desembocar en la dimisión de su Gobierno y en la posterior convocatoria de nuevas elecciones que faciliten la formación de un nuevo Gobierno de Salvación israelí cuya tarea primordial será intentar reeditar los Acuerdos de Oslo que posibiliten la coexistencia pacífica de Dos pueblos en Dos Estados.
18/10/2023 a las 2:24 AM
Ojalá sea así pero no parece muy probable que se vaya Netanyahu.
18/10/2023 a las 3:09 AM
Acertado análisis de Gorraiz López; quizás la única solución es promover la «coexistencia pacífica de Dos pueblos en Dos Estados». Sabemos que esto ya fracasó y tratándose de israelíes y palestinos pareciera imposible: demasiadas violaciones y ofensas, sumadas a la milenaria sangre derramada exacerba el odio y el miedo a su vez.
Un señero Presidente argentino supo expresar: «Líbrenos Dios de los gobiernos y de los hombres a quienes aconseja el miedo: son implacables con los vencidos» (Domingo F. Sarmiento. 1811- 1888)
18/10/2023 a las 12:13 PM
En noviembre de 2017, a través de la famosa Declaración Balfour, la corona británica, instaba a Lord Rothschild, a crear un estado judío en palestina, entonces colonia británica. Esta colonia estaba poblada por tribus nómades árabes, propietarios históricos de la tierra. Luego de la segunda guerra mundial, y el supuesto holocausto de seis millones (similar cifra a los 30 mil desaparecidos), comenzaron a instalarse asentamientos de judíos provenientes de diferentes lugares del mundo. Los árabes palestinos, los acogieron con hospitalidad, y compartieron sus fuentes de agua (escasas, y controladas por los nativos) con ellos. Así fueron ampliándose los asentamientos, de forma cada vez más agresiva y violenta, hasta que en el año 1948, luego de la formación del estado de Israel, se produjo una masacre masiva de pobladores (literalmente, iban aldea por alea, matando a todos los hombres), expulsando los sobrevivientes a la franja de Gaza. La franja de Gaza es un masivo campo de concentración, ya que los israelíes, no permiten que tenga fuentes propias de agua y corriente, y algunas de la medidas punitivas más comunes a lo largo de los años, ha sido cortar estos vitales suministros. Además, no se permite ninguna actividad económica, y la única fuente de ingresos, proviene de los pocos miles que puedes trasladarse todos los días a territorio israelí, y volver de allí con unos pocos shéquels, para compartir comunitariamente. Los prisioneros no pueden abandonar la franja sin autorización, no tienen puertos o pistas de aterrizaje, y no pueden siquiera pescar, pues las embarcaciones que intentan hacerlo, son perseguidas por los buques israelíes. Y lo peor, es la política de retaliación masiva anunciada y llevada a cabo, al igual que los nazis en Europa durante la segunda guerra, de que cada ataque contra Israel, será respondido contra la población civil, causando un número de víctimas inocentes muchas veces superior a las pérdidas sufridas.
Nadie justifica el terrorismo contra víctimas inocentes, pero es comprensible el rencor ancestral de esta población privada de sus lugares y medios de vida de manera ilegítima y violenta.
El desenlace es más que evidente,. En algún punto, cuando los agravios alcancen un punto de no retorno, los cientos de millones de árabes, ahora más unidos en contra de Israel que nunca, comenzarán una ofensiva coordinada. El estado de Israel, antes de ser borrado del mapa, lanzará sus cientos de ojivas nucleares, en contra de sus buscados enemigos, con la devastación que es de esperar. Ese es la lamentable función de este mal parido estado (ojo, que los judíos del pueblo, son también víctimas), desaparecer dejando detrás una ola de destrucción.
18/10/2023 a las 3:25 AM
La batalla contra el antisemitismo es una batalla por la libertad
Hoy, Hamas va por los judíos pero mañana podemos seguir todos los que no tomemos el pensamiento que imponen estos bárbaros
Por
Washington Abdala (Infobae) (18/10/23)
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No lo entienden, de veras creen que es un asunto de otros, de los judíos y no comprenden que es de todos. No entienden que la historia es severa en este menester.
El antisemitismo va contra los judíos, los asume errados y equivocados en el derecho a existir. En la expresión nazi: hay que eliminarlos para depurar la raza superior a efectos de que no se mezclen con ellos.
En la versión Hamas, son infieles que vienen a corromper el mundo terrenal. Se acaba con ellos y quien así lo haga, tiene una premiación en el paraíso Coránico.
Dos delirios superlativos. Parecidos. Muy parecidos. Hacen lo mismo, lo fundamentan distinto. ¿Importa?
¿Qué no se entiende? Que lo de Hamas al ir sobre los judíos y querer exterminarlos, anuncia que luego buscarán al resto de los “infieles”.
¿Cuál sería la razón para no hacerlo? ¿O acaso un judío es muy distinto de un cristiano que no asume el Islam extremo como filosofía de vida? ¿En qué se diferencia su “herejía” o su coronación como “infiel”?
En el fondo, la batalla contra el antisemitismo es la batalla por la libertad, no solo por la libertad de los judíos a ser libres y tener derecho a la vida, es por la libertad de “todos” en el planeta a ser lo que se nos antoje en materia filosófica y religiosa, por supuesto, a ser libres de todo yugo que nos coarte. Hoy arremeten contra ellos, pero mañana seguimos todos.
Hay mucho más antisemitismo del que se imagina por allí. Es un mundo cargado de esta concepción. Y hay mucho ingenuo que siempre está esperando que Juan o Diego se aproximen a la causa judía para defenderla con más ahínco.
Y hasta aparecen los que se pegan el pecho dolidos por no ser comprendidos en esto. ¡Vamos muchachos! ¡Un poco de madurez! ¿Es la primera vez que los dejan plantados mirando el cielo?
Ya lo saben de memoria, pero no lo querían ver… ahora, medio tarde, se avivan muchos de lo verosímil que sostenemos los eternos “preocupados” por Israel desde toda una vida. Ahora, está bien…
¿Desde cuando hubo simpatías globales para con los judíos? ¿O me tengo que remontar a los egipcios, a Apiano, al Código Teodosiano y hasta a la visión de Agustín que miraba con recelo a los judíos?
La historia se construyó sobre prejuicios e ignorancias. No es un cuentito que vino de hace poco. Y por supuesto, lo sigue cuanto paquidermo anda por allí. Y lo sentimos todos… el antisemitismo es un monstruo gigante que anida en su esquina.
Los judíos han sido un pueblo errante, por su “resiliencia” eterna (ahora que muchos descubrieron la palabra).
Es el pueblo que nos regaló la idea monoteísta de Dios (que no se ofenda nadie, no estamos para cosas menores) y es el pueblo que siendo esclavo peleó contra el dominador (¿le suena a alguno esta imagen?).
No es un pueblo agresivo, solo quiere tener derecho a lo que tienen otros pueblos: tierra, valores comunes y poderes electos por el pueblo. Son la única democracia de ese barrio.
El resto son lo que son. No se matan mujeres por serlo, no se matan homosexuales por serlo, digo porque todos los que levantan la voz fuerte hoy, saben que en esa región todo eso está mal, muy mal.
Esta no es una nota de análisis político, es de análisis emocional. ¿Qué esperaban que hicieran los judíos luego de que les armaran una carnicería con sus connacionales en su Estado? ¿Qué salgan a prender velitas y a pedir paz con voz tierna mirando al cielo? ¿En serio lo dicen?
A los judíos, los antisemitas los quieren en un apartheid, los sienten distintos, no se les respeta el derecho a existir, los quieren matar. ¿Se entiende? ¡Los matan!
Cuando se alega la causa palestina, nadie la niega nunca, pero implica existir como Estado y no estar sometido a un grupo de criminales totalitarios.
Cada pueblo construye su infierno pero no lo exporta y, cuando lo hace, ya no vale esa postura.
Y si un día exterminan a los judíos sobre la faz de la tierra, rápido vendrán por los cristianos y por los ateos. Vendrán por todo el que no asuma el pensamiento que imponen los bárbaros. Y, si, ya sé que no todo el Islam es así, pero la parte del Islam radical que hoy vemos, mata, sí. Hamas, Hezbollah y algunos clérigos persas lo dicen de manera expresa: hay que exterminar a Israel.
¿Cómo vería usted si mañana desde Brasil o Argentina se dijera: “hay que matar a todos los uruguayos”?
¿Cómo le suena semejante desmesura? Suena feo. Pues bien, así de feo suena en Israel, solo que allí los matan sus vecinos terroristas, los llenan a misiles y se les meten para adentro a vejar y acribillar gente como si eso fuera normal.
Es anormal. Y a los actos de violencia se los repele, se los rechaza y se los combate. ¿O usted tiene alguna fórmula mágica?
Le recuerdo, cuando nadie lo creía, les mataron seis millones, al hilo, en cámaras de gas, a balazos, como fuera.
O sea, no es un pueblo que no sepa de la persecución. La conoce. Y conociéndola le siguen pegando duro y parejo. Duro y parejo.
Sepa entonces que lo que pasa nos concierne.
Sépalo porque ser judío no es un pecado y no vale que por esa razón se mate gente. Sepa que no está bueno encubrir o relativizar esto.
En la vida, o de un lado, o del otro.
Cada uno sabrá donde ubicarse.
La historia siempre juzga.