Por Paul Battistón.-

Hacerlo en la dimensión temporal propia lo encasilla en la condición de experimento. Lo de prueba piloto quedaría reservado para la fiesta de las 14 toneladas de piedras en espacio temporal ajeno. Aunque podría considerarse como un ensayo piloto de un futuro acontecimiento en condiciones similares teniendo en cuenta la elección del escenario político y geográfico circunstancial. Lo que sería un preparativo para la circunstancia inequívoca de un pronto abandono, literalmente en retirada, en la cual no pretenden dejar indemne de su política destructiva la entera geografía a abandonar.

Lo de Chile hasta ahora fue lo más contundente; de un aumento de boleto de transporte lograron la intención de una reforma constitucional con determinación de redireccionamiento a un comunismo.

Lo de Jujuy fue una apreciación en vivo de la logística funcional necesaria y un valioso registro (inesperado) del hartazgo que les impidió mantener la ignición forzada en un reclamo docente y que debió ser reforzada con una presionada negativa de aceptación de una reforma constitucional acordada por mayoría. Todo un antagonismo a la experiencia de la revuelta chilena. A la izquierda cualquier colectivo le queda bien siempre que lleve a la revuelta (daño).

El cierre de filas de la oposición en una postura clara por encima de cualquier diferencia en apoyo a Morales (Gerardo) pronostican una contención a la predicción (amenaza) de sangre en las calles ante una supuesta continuidad en un gobierno de derecha. Este cierre de filas muestra una firmeza en cuanto a puesta a derecho más que un direccionamiento a la derecha. Pero la izquierda aún cuenta con tiempo para tergiversar y dos enclaves de peso para mejoras en la logística: el ministerio del interior (Wado de Pedro) y la secretaría de DDHH (Horacio Pietragalla Corti). Seguramente la logística será afinada de aquí en más con el objetivo de superar la falta de apoyo para sostener el encendido de los disturbios en el tiempo. El apoyo externo especializado (como se usó en Chile) es una segura posibilidad en la que entraría a jugar el nombre de otro Morales (el ex cocalero aliado de los tupaqueros).

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