Por Carlos Tórtora.-

Patricia Bullrich está en una situación desesperada. Casi todas las encuestas la dan tercera y su actuación en el primer debate presidencial fue mediocre. Acorralada, la candidata salió a disparar propuestas a diestra y siniestra, que en algunos casos resultaron ser disparates. En medio de este clima que presagia la derrota, el comentario de Mauricio Macri en Harvard acerca de que los bloques legislativos de JxC podrían entenderse con los de La Libertad Avanza si Javier Milei gana las elecciones, representa un verdadero tiro de gracia a una candidata al borde del fracaso. Con extrema prolijidad y sin inmutarse, el expresidente emitió así una señal para las deprimidas huestes del Pro: «prepárense a negociar con Milei», «les dio a entender». Tal vez Macri decidió jugar fuerte como respuesta a la ola de versiones que lo dan al líder libertario ganador sin ballotage. Claro que esto no sería para nada el ideal para el fundador del Pro, porque entonces Milei emergería con una enorme fuerza y no sería tan generoso con sus aliados. Cabe también la reflexión de que, si Macri tuviera ya un acuerdo con Milei, no lo exhibiría en público como lo está haciendo. Más bien se trata de una oferta que hace para pasar así a liderar lo que quede del Pro a partir del 23-O. Como reaseguro, tiene a punto de concretarse la victoria de su primo Jorge en la Capital, lo que le aseguraría contar con el único distrito amarillo del país.

Con su movida, Macri también intentaría adelantarse a la probable ruptura de la UCR con JxC para pactar con Sergio Massa para la segunda vuelta. Otro protagonista, Horacio Rodríguez Larreta, daría un paso al frente, ofreciéndose para liderar la resistencia del Pro al eje Milei-Macri.

El nuevo estrellato

En síntesis, la estrategia de Macri se concentra en volver a liderar el partido amarillo, pero atado a un acuerdo global con La Libertad Avanza. Para que esto sea realidad es necesario primero que Bullrich quede fuera de carrera y luego también que JxC se fracture quedando el Pro dividido en dos bandos, el de Macri y el de Larreta. En este mapa no habría lugar para Bullrich una vez derrotada.

Por su parte, Massa también quiere pescar en esta pecera y va al rescate de la UCR, que en las últimas semanas sumó tres nuevos gobernadores. Milei, mientras tanto especularía y haría cuentas: Macri no está en condiciones de asegurarle la mayoría en Diputados y menos todavía en el Senado pero algo le sumaría. Su expectativa sería que el PJ entre en una crisis histórica y que entonces aparezcan muchos Barrionuevos.

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