Por Marcela Gallo.-

Con muchísimo dolor, escribo estas palabras al diario, pues no entra en mi magro cerebro el motivo por el cual un encuentro deportivo se transforma en un desmadre sin razón. Y digo dolor, no sólo por los chicos que salieron lesionados a raíz de tan terrible vandalismo, sino también por los miles de personas y fanáticos que desearían ir a una cancha y ver un partido de caballeros; vehemente y exaltado en algunos momentos, pero nada que implique un acto criminal como el del jueves pasado. ¡Una tristeza!

Todo en esta Argentina se maneja con la misma violencia, desde el desgobierno nacional hasta un simple encuentro deportivo.

Cuando tenemos que escuchar a un Ministro de Seguridad, que nos cuenta que está todo controlado, que no hay bengalas, cuando la tribuna parecía una muestra de fuegos artificiales, siento en los más profundo que están insultando nuestra inteligencia.

Cuando pasaron casi 5 meses de la muerte de un fiscal de la Nación y todavía no se sabe cómo se murió, siguen insultando nuestra inteligencia; y así todo.

Todo tiene que ver con todo, como dice la presidente de «los 40 millones de argentinos», y sí, realmente es así, así nos ven en el mundo, como una manga de inadaptados, comenzando por la señora. Querer «desplazar» a un juez de la Suprema Corte, no descubrir un asesinato, que los chicos mueran de hambre, que los viejos mueran sin atención, es más de lo mismo, es más de la misma porquería. Así nos ven, ¿así seremos?

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