Por Antonio Rossi.-
Con el fin de salvar lo que para muchos tiene un irremediable destino de fracaso, los ministros de Transporte, Guillermo Dietrich, y de Economía, Nicolás Dujovne, salieron a dar los últimos manotazos de ahogado para tratar de mantener en pie los nuevos y polémicos contratos de PPP de los corredores viales.
Tras confirmar que los bancos privados y los fondos de inversión bloquearon por completo los financiamientos que habían prometido para los PPP, ahora los funcionarios nacionales quieren evitar la caída de las nuevas concesiones de rutas y autopistas con una salida alternativa que involucraría directamente a la administración bonaerense de María Eugenia Vidal y al gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta.
El nuevo esquema de salvataje de los PPP que pretenden instrumentar las carteras de Dietrich y Dujovne consiste en un doble aporte de fondos que deberían destinar al flamante fideicomiso estatal de las obras concesionadas tanto el Banco de la Provincia de Buenos Aires (BAPRO), como el Banco Ciudad de Buenos Aires.
A fines de agosto -cuando el combo de la crisis financiera y el escándalo judicial de los cuadernos de las coimas estaban por darle la partida de defunción a los PPP viales que aún no se pusieron en marcha-, la administración macrista implementó contrarreloj una cuestionada solución por la cual el Estado quedó a cargo de tomar los préstamos que debían conseguir las constructoras con una garantía de repago oficial que nunca estuvo prevista en las reglas de juego licitatorias.
Esa variante -acordada entre Dietrich, Dujovne, el procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías y el titular del Banco Nación, Javier González Fraga-consistió en la creación de un fideicomiso administrado por el Estado que sería el encargado de recibir diversas líneas de créditos de bancos privados para financiar a los consorcios adjudicatarios de los PPP.
El fideicomiso -cuyo manejo quedó la órbita del BICE comandado por Francisco Cabera, el ex ministro de Producción que fue desplazado por la falta de resultados y una intrascendente gestión- arrancó con un aporte de 200 millones de dólares del Banco Nación y la constitución de un sistema de garantías de 600 millones de dólares provenientes de las cauciones que habían depositado los consorcios ganadores de la licitación.
Con esos recursos iniciales, el BICE salió a buscar financiamientos de bancos privados para tratar de alcanzar una masa crítica de entre 1.500 y 2.000 millones de dólares que necesitan las constructoras para poner en marcha las obras antes de fin de año.
Pero lejos de lo esperado por el Gobierno, los bancos y los fondos de inversión no se entusiasmaron con ese esquema y cerraron todos los grifos de los créditos para las obras de los PPP viales, pese a que el tomador final iba a ser el Estado y no las constructoras y que la garantía de devolución era mucho más sólida y segura que la previstas originalmente.
Ante la caída del financiamiento privado, los funcionarios macristas pretenden suplantarlo con nuevos aportes del BAPRO y del Banco Ciudad.
La intención de la Nación es que -por medio de sus bancos estatales- Vidal y Larreta repliquen la movida del Banco Nación y aporten entre 200 y 300 millones de dólares cada uno al fideicomiso de los PPP.
Enterados de esa jugada, la primera reacción de los funcionarios provinciales y locales fue de rechazo por el elevado costo político que deberían afrontar si llegan a desviar parte de los escasos fondos que disponen a los proyectos nacionales cuando tienen miles de pedidos de asistencia crediticia de empresas y productores de sus territorios que no pueden atender.
Pero más allá de esa resistencia inicial, el planteo de la administración nacional sigue en pie y no se descarta que se incluya en la amplia negociación de fondos, aportes, compensaciones y recortes que se abrió con la provincia y la Ciudad tras el envío del proyecto presupuesto 2019 al Congreso.
En medio de esta polémica, el ministerio de Transporte sorprendió a propios y extraños con una llamativa ampliación presupuestaria del 45% en el monto de la del “Metrobus Oeste”, que tuvo como beneficiaria a una constructora muy ligada al macrismo que ha quedado involucrada en la causa de las coimas en la obra pública que lleva adelante el juez federal, Claudio Bonadío.
Por medio de la resolución 762, la cartera de Dietrich elevó el presupuesto final de la obra del “Metrobus Oeste” de 107 millones a 155 millones de pesos. El argumento esgrimido para actualizar el monto de los trabajos fue que a pedido del municipio de Morón se introdujeron una serie de modificaciones tales como “la configuración de nuevas calzadas, reemplazo de cordones, reubicación de paradores y estaciones y una mayor incorporación de delineadores rebatibles y tachas reflectivas en toda la traza”.
La empresa a cargo de la obra es Construcciones Ingevial SA que tiene entre sus antecedentes una antigua y larga relación con Dietrich forjada en sus tiempos de funcionario del gobierno porteño de Mauricio Macri. Entre otras obras que hizo para la Ciudad figuran el Centro de Trasbordo Flores, el cerco y vallado del Corredor Metrobús Cabildo y la construcción del “Establecimiento para la Integración Social y Laboral del Infante y Adolescente”.
Ingevial -como la mayoría de las constructoras- quedó expuesta en la causa de los cuadernos de las coimas por los datos que aportó el ex financista de los Kirchner, Ernesto Clarens.
Junto con otras 85 empresas del sector, Ingevial integra el listado de las constructoras nacionales que -según el arrepentido Clarens- pagaron coimas a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner para quedarse con contratos de obras públicas.
18/09/2018 a las 2:40 PM
El fideicomiso, por sí mismo, por su naturaleza, es un blef financiero. No deja de ser otra argucia de los “ladrilleros” para rapiñar presupuesto, no el tangible o el actual, sino los próximos. Asociados con los depredadores del escolazo financiero. Así les fue a los yankees con el crack de los fideicomisos de la construcción en los 90. Se salvaron unos pocos, los bancos y algunas empresas ladrilleras, como las de Trump, oh casulidad, el padre de Nicolás Dujovne, arquitecto de Donald Trump
19/09/2018 a las 12:31 AM
PARA QUE SE INFORMEN SOBRE LO QUE VIENE Y POCOS SE DAN CUENTA.>>>>>>>>>>>>>>
http://www.ambito.com/933972-el-dolar-en-reemplazo-del-peso-una-historia-de-129-anos
La moneda estadounidense fue desplazando poco a poco a la libra esterlina del Reino Unido y generando un gran interés en los argentinos al punto de que el presidente Juan Domingo Perón salió al cruce de esa creciente pasión cuando hacia 1950 dijese: “En nombre del padre, ¿quién ha visto un dólar?, ¿quién de ustedes ha visto un dólar?
Durante el gobierno de Perón, como antes en tiempos de la presidencia de Agustín Justo (1932-1938) se aplicó un sistema de tipos de cambios variados manejados por el Banco Central (BCRA) según fuese la operación comercial de la que se tratase.
El proceso inflacionario que se fue acelerando con los sucesivos gobiernos llevó a que la paridad cambiaria se fuese disparando y así desde un dólar estadounidense de dos pesos del fin del gobierno de Alvear se llegó a 29 al ser derrocado Perón y a 321 cuando en 1970 Juan Carlos Onganía optó por cambiar la moneda creando el “peso ley 18.188” equivalente a 100 de los anteriores. Allí comenzó otro nuevo proceso devaluatorio que hizo que en junio 1983, después de la Guerra de Malvinas el presidente de facto Reynaldo Bignone implementara un nuevo cambio de moneda reemplazando los pesos ley 18.188 por el “peso argentino” que arrancó con una paridad de 19 a 1 respecto del dólar estadounidense la que también se fue degradando por lo que en junio de 1985, bajo la presidencia de Raúl Alfonsín se creó un nuevo signo monetario, el “austral” con una paridad de un dólar estadounidense por 0,80 australes; la única oportunidad en la que la relación daba mayor valor a la moneda local.
Pero eso duró muy poco al punto de que en 1989 al concluir el gobierno de Alfonsín la paridad era de 680 pesos por cada dólar y así en 1992 Menem y Cavallo, al implementar la Convertibilidad y el 1 a 1, optaron por volver a cambiar la moneda implementando el “peso” a secas, el que inició un nuevo proceso devaluatorio en 1992 bajo la gestión presidencial de Eduardo Duhalde, hasta llegar a los actuales 40 pesos.
Cabe señalar que al sancionarse la Convertibilidad en el gabinete económico hubo disidencias ya que poco antes el viceministro Eduardo Luis Curia, recientemente fallecido, siendo ministro Antonio Erman González había propuesto la dolarización lisa y llana, algo que retomó en 1996 el entonces presidente del BCRA, Pedro Pou, siendo ministro de Economía, Roque Fernández, pero así como en ambas ocasiones el tema fue considerado no se llegó a implementar.
EL DOLAR SUPERA LOS CIEN ANTES DE LO QUE ESPERAN Y ESO QUE TODAVIA NO LLEGO A 50.
RECUERDEN Y REPASEN EL PLAN PRIMAVERA 1 EN TAN SOLO TRES MESES EN CONDICIONES PARECIDAS SE DESLIZO 2800%. ESTA DETALLADO ASI .>>>>>>>> en junio de 1985, bajo la presidencia de Raúl Alfonsín se creó un nuevo signo monetario, el “austral” con una paridad de un dólar estadounidense por 0,80 australes; la única oportunidad en la que la relación daba mayor valor a la moneda local. En 1988 tuvieron que crear otro plan que se llamo PRIMAVERA Y AUMENTO EL DOLAR A CIFRAS QUE HOY PARECEN IMPOSIBLES. A ESO VAMOS.
Pero eso duró muy poco al punto de que en 1989 al concluir el gobierno de Alfonsín la paridad era de 680 Pesos por cada dólar y así, VINO ERMAN Y CORRALONAZO SIGUIO LA DEVALUACION OTRO POCO Y DESPUES EL 1 A 1.
19/09/2018 a las 2:40 PM
VAYAN PONIENDO MUSICA PIOLA DEPILENSE SOBRE TODO LA COLITA Y PONGASE COMO ESTAN ACOSTUMBRADOS SOBRE TODO LOS QUE VOTARON AL REJUNTE SOCIALISTA PARA EL SAQUEO VIOLADOR Y REITERARON POR AMORALES.
https://www.clarin.com/economia/ganancias-proponen-eliminar-exenciones-aumentarian-descuentos-trabajadores-jubilados_0_pws4sbQ_j.html
Presupuesto 2019
Ganancias: proponen eliminar exenciones y aumentarían los descuentos a trabajadores y jubilados
El Gobierno impulsa, entre otras cosas, que el impuesto se aplique sobre todos los componentes del sueldo