Por Carlos Tórtora.-

Como era de esperarse, el segundo debate fue la instancia propicia para que todos los candidatos cargaran contra Sergio Massa, buscando una rentabilidad relativamente fácil. El tigrense aguantó la tormenta como pudo e intentó alguna chicana -que no le salió-, como cuando la defendió a Myriam Bregman ante Javier Milei. Massa estuvo flojo de papeles hablando de las cámaras de seguridad en Tigre.

Otro punto a destacar fue la extrema pobreza de las propuestas de seguridad de todos los candidatos y, en el caso de Patricia Bullrich, recurrió a la retórica efectista. La candidata de JxC levantó su nivel con relación al primer debate en base a mostrarse más filosa.

En cuanto a Milei, se atuvo al mismo libreto que en el primer debate. Esto es, optó por mostrarse sobrio y sin arriesgar demasiado. Algo propio de quien va primero y no necesita apostar demasiado. Fue evidente, por otra parte, que el ministro de economía y el líder libertario habrían pactado no atacarse a fondo, lo que se notó en varias preguntas.

«No estamos ahora en un ballotage», cortó Bregman cuando Massa apuntó a que la izquierda debería alinearse con el oficialismo.

Las expectativas

Es sabido que los debates inciden en el cambio del voto de menos del 10% de los electores. Y este debate en particular se destacó por el equilibrio. Quedan ahora menos de dos semanas de campaña y la expectativa es si aparecerán o no nuevos escándalos que golpearían a Unión por la Patria. Mientras tanto, se sigue discutiendo si los casos de Insaurralde y Chocolate determinarán o no una pérdida de votos para Massa y Axel Kicillof. Todo el espectro político está pendiente de la apertura del celular de Julio Chocolate Rigau, prevista para el 11, lo que sí podría abrir una Caja de Pandora a horas de las elecciones. Los abogados de Rigau confían en postergar el tema y en diferir esta segunda parte del escándalo. En el caso de que no lo logren, aparecerían las conversaciones del puntero con buena parte de la dirigencia opositora y oficialista y habría un final de campaña a toda orquesta.

Share